Su antecesora al frente de la OMS, Margaret Chan, fue acusada de haber exagerado en ocasiones emergencias -como con la gripe A, lo que llevó a que los países gastasen millones de dólares en vacunas que después no usaron- o de atenuar el riesgo de otras, como con la epidemia de ébola, que se saldó con 11.000 decesos.
Tedros, que tomó las riendas de la OMS el pasado 1 de julio, ha asegurado en una rueda de prensa que los siete primeros meses de su mandato se han centrado en reforzar la respuesta de la organización con información diaria sobre el estado de brotes y epidemias en diferentes partes del mundo.
También hay una reunión cada dos semanas para abordar exclusivamente las emergencias, y en la OMS hay una especie de panel de control con información casi en tiempo real que muestra qué problemas sanitarios existen en qué lugares del mundo, explicó.
“Las emergencias son ahora un tema diario en la OMS y son gestionadas como en un consejo de seguridad nacional para que no haya posibilidad de vacíos” en una crisis, manifestó.
El director general de la OMS aclaró que “el fuerte seguimiento” que ha instaurado bajo su mandato facilita una rápida actuación en caso de brote o epidemia. “No digo que estamos listos, somos aún vulnerables”, admitió, si bien aseguró que hoy en día ya se pueden apreciar los resultados de su gestión.
Tedros citó como ejemplos las recientes actuaciones de la OMS frente a la peste bubónica y neumónica en Madagascar, el brote de fiebre hemorrágica de Marburgo en Uganda y la expansión del cólera entre refugiados rohinyás en los campamentos bangladeshíes.
En Yemen, donde ha habido un millón de casos de cólera y más de 2.000 muertes, la OMS “está haciendo lo máximo para coordinar los esfuerzos”, teniendo en cuenta que gran parte de la infraestructura sanitaria del país ha sido destruida por el conflicto armado.
Ejércitos de la OMS
“Hemos reforzado el sistema, pero tenemos que seguir reforzándolo”, subrayó Tedros, quien por ello quiere no solo centrarse en la prevención y en la creación de capacidades, sino también en un sistema de solidaridad para socorrer a países que no pueden salir por sí mismos de una crisis sanitaria.
“Si ocurre algo, ningún país puede hacer frente por si solo al problema, de manera que necesitamos una reserva de ejércitos sanitarios en diferentes localizaciones”, sostuvo el etíope.
De esta manera los países con más capacidades pueden ayudar otros con peores condiciones, indicó. “Ya he pedido a todos los países que se comprometan con una reserva de fuerzas sanitarias. Si 50 países de diferentes lugares del mundo aceptan la idea, podríamos formar rápidamente a equipos médicos de emergencia o de respuesta rápida y cuando les pidamos ayuda desplegarlos en un plazo de 72 horas“, explicó Tedros.
Se trata de una contribución en especie de recursos humanos, que el etíope calcula en “miles de trabajadores sanitarios” prestados. La idea es tener a personal de reserva en diferentes localizaciones del mundo y moverlos cuando la situación lo requiera.
Los países también deberían cubrir los gastos asociados con el despliegue de la reserva y de su personal, dijo. “En lugar de pedirles de manera anticipada dinero para nuestro presupuesto es mejor mantenerlo en diferentes lugares para utilizarlo cuándo y dónde lo necesitemos”, añadió.
La OMS espera que muchos países acepten la propuesta de cara a la próxima Asamblea Mundial de la Salud en mayo. Algunos países ya han hecho promesas y han asegurado que pueden desplegar a sus reservas incluso “en un plazo de 48 horas”, adelantó.
La idea de esta reserva no es nueva en el seno de la OMS, pero Tedros asegura que lo que sí es una novedad es el “tamaño” de ese “ejército sanitario” que él promueve.