MÉXICO- Estudiantes del estado mexicano de Aguascalientes lanzaron ayer 14 nanosatélites dirigidos a la estratósfera, un hecho que según el impulsor del proyecto, Eduardo Guízar, supone para los bachilleres «romper el techo mental» y lanzarse a nuevos retos.
«Estamos poniendo en sus manos ahora una tecnología con la cual ellos se van a dar cuenta de sus alcances como seres humanos», afirmó a Efe el científico, convencido de que cuando «hay dedicación, hay empeño y hay disciplina y pasión, se puede alcanzar hasta el espacio».
Los nanosatélites fueron lanzados desde el Descubre Museo Interactivo de Ciencias y Tecnología de Aguascalientes y retransmitirán en tiempo real imágenes con las que, potencialmente, «se puede monitorear la contaminación ambiental tanto en tierra como en cuerpos de agua».
El uso de esta tecnología por parte de los jóvenes -200 estudiantes de 13 bachilleratos distintos que colaboraron en la construcción y aportaron ideas para el desarrollo de los satélites- supone un paso adelante en la interacción con aparatos «que en un momento fueron exclusivos de agencias espaciales».
«Transmitir en tiempo real es una de nuestras aportaciones mexicanas, porque el transmisor es total y absolutamente mexicano. Ya lo vendemos para universidades de Estados Unidos», mencionó.
La proeza de esta tecnología radica en su ligereza, pues el transmisor tan solo pesa 120 gramos, en comparación con los utilizados por Estados Unidos, cuyo peso varía de uno a dos kilogramos.
Estos pequeños satélites de 10 centímetros por lado fueron lanzados mediante «globos de exploración espacial» y volverán a la Tierra luego de recabar imágenes.
El diseño de los globos les permite únicamente cruzar los 100.000 pies de altura y durar unos minutos en el llamado «near space», donde, según las agencias espaciales, comienza propiamente el espacio exterior.
«Ahí vamos y llevamos a los muchachos, a esto que es como la playa del espacio. Que entren sus pies, sus rodillas, a donde empieza ese hermoso mar del espacio», expresó Guízar.
Guízar encabezó antes la iniciativa «Ciencia Mata Violencia» en el estado de Sinaloa y en la ciudad de Tijuana (Baja California).
El impetuoso mexicano captó jóvenes de pandillas a quienes, tras andar armados desde los diez o doce años, les acercó a aprender ciencia y tecnología mediante satélites educativos, al grado que hoy se dedican al estudio, e incluso varios de ellos ya son profesionales.
Guízar fue invitado a colaborar con la agencia espacial estadounidense (NASA) a través del Tecnológico de California en el desarrollo del tren motriz del Robot Curiosity en Marte, y con su experiencia ahora encabeza este nuevo proyecto en Aguascalientes.