Moscú- Rusia lanzará este martes las maniobras militares más grandes de su historia, en las que se movilizarán casi 300,000 hombres —así como tropas chinas y mongolas— y que la OTAN ha denunciado como un “ensayo para un conflicto a gran escala”.
Llamado “Vostok-2018” (Este-2018), este despliegue militar masivo se llevará a cabo en Siberia oriental en un contexto de continuas tensiones con el Occidente: la crisis ucraniana, el conflicto en Siria y las numerosas acusaciones de injerencia rusa en la política occidental.
El ejército ruso comparó esta demostración de fuerza a “Zapad-81” (Oeste-81), las mayores maniobras militares de la era soviética, en la que se movilizaron alrededor de 100,000 soldados.
“Será como Zapad-81, pero más imponente”, declaró a finales de agosto Serguéi Shoigú, ministro de Defensa ruso, respecto al contingente esperado: 300.000 soldados, 36.000 vehículos, 1.000 aviones y 80 navíos.
“Imaginen 36.000 motores militares moviéndose simultáneamente: tanques, transportes blindados de personal, vehículos de combate de infantería… Y todo esto, por supuesto, en condiciones lo más cercanas posible a una verdadera situación de combate”, dijo Shoigú.
El ejército ruso desplegará todo su arsenal moderno para la ocasión: misiles Iskander -capaces de transportar cabezas nucleares-, tanques T-80 y T-90 y sus recientes aviones de combate Su-34 y Su-35.
El presidente ruso Vladimir Putin asistirá a Vostok-2018, al margen del IV Foro Económico Oriental en Vladivostok, en donde también estará presente el presidente de China.
“Se trata de un ejercicio en antelación de una futura guerra mundial. El Estado Mayor ruso lo sitúa después de 2020 y piensa que será un conflicto global o una serie de conflictos regionales”, dijo a la AFP el experto militar ruso Pavel Felguengauer.
“El enemigo son Estados Unidos y sus aliados”, añadió.
Según Felguengauer, la contribución china, aunque sea modesta (3.200 hombres), es un factor clave.
“Más que un mensaje es una preparación para una guerra real y de gran magnitud”, explicó.
La OTAN estima igualmente que Vostok-2018 “demuestra que Rusia se centra en preparar un conflicto militar de gran escala”.
“Encaja con una tendencia que se observa desde hace tiempo, aquella de una Rusia más asertiva, que aumenta drásticamente su presupuesto de defensa y su presencia militar”, dijo un portavoz de la OTAN.
Rusia ha dicho que las maniobras no deberían ser motivo de preocupación.
“Vostok-2018 se llevará a cabo lejos del área de responsabilidad de la OTAN y no tendrá impacto alguno en la seguridad de sus Estados miembros”, dijo la portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova.
Desde que las relaciones diplomáticas con el Occidente comenzaron a degradarse en 2014 tras la crisis de Crimea, Rusia ha multiplicado sus ejercicios militares a gran escala en la regiones del Cáucaso, del mar Báltico y en el Ártico, al mismo tiempo que denunciaba la expansión de la OTAN hacia sus fronteras.
La semana pasada, Moscú llevó a cabo maniobras militares en el Mediterráneo.
A inicios de septiembre, la OTAN movilizó alrededor de 2.200 militares ucranianos, estadounidenses y de otros países miembros de la alianza para un ejercicio militar en Ucrania.
A finales de agosto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que “la capacidad de Rusia [para defenderse] en la situación internacional actual está justificada, es necesaria y no tiene alternativa”.
Por: Maxime Popov y Olga Rotenberg