WASHIGNTON.- EFE- Una forma de estrógeno denominada estradiol fortalece las conexiones entre áreas cerebrales implicadas en capacidades motoras, el aprendizaje y las emociones en mujeres transgénero a las que se les han extirpado los testículos dentro del proceso de cambio de sexo, según un estudio.
La investigación, presentada este lunes en ENDO 2019, la reunión anual de la Sociedad Endocrina que se celebra en Nueva Orleans, sugiere que estos cambios en el cerebro pueden tener implicaciones a la hora de tratar los sofocos en mujeres tránsgenero.
“Una vez que se les han extirpado los testículos a las mujeres transgénero, sus cuerpos no tiene ninguna hormona sexual, a menos que tomen hormonas exógenas sexuales (ej. estradiol) como terapia de reemplazo”, dijo una de las autoras del estudio, Tayane Muniz Fighera, del Hospital de Clínicas de Porto Alegre, en Brasil.
Los expertos recordaron que sin hormonas sexuales las mujeres transgénero pueden tener los mismos síntomas, como los sofocos, que las mujeres después de la menopausia.
A juicio de Muniz Fighera, “la desconexión entre partes del cerebro implicadas en el procesamiento motor sensorial y el tálamo pueden ser una de las causas de esos síntomas”.
La investigadora apuntó que algunas transgénero toman estradiol antes de someterse a una intervención de cambio de sexo pero lo dejan después de la operación.
“Nuestro estudio sugiere que deberían continuar tomando estradiol no solo para feminizar sus cuerpos o evitar síntomas relacionados con la ausencia de hormonas sexuales -agregó-, sino también para prevenir el debilitamiento de la conectividad del cerebro entre regiones cerebrales de relevancia clínica”.
En el análisis participaron dieciocho mujeres transgénero cuyos testículos les habían sido extirpados durante su transición quirúrgica.
A esas trásgenero se les invitó a suspender su terapia de hormonas sexuales y a retomarla con el estradiol.
Cuando detuvieron la terapia de hormonas sexuales fueron sometidas a resonancias magnéticas treinta días después, y más tarde se les practicó la misma prueba sesenta días después de iniciar el tratamiento con estradiol.
Los científicos descubrieron que el estradiol fortalecía el papel del tálamo como “estación de relevo” para la información sensorial y motora en el cerebro.
Casi toda la información sensorial que va a la corteza cerebral se detiene primero en el tálamo antes de ser enviada a su destino. EFE