Jalen Brunson emergió de los vestuarios con una pierna lesionada. Caminó hacia la cancha y desató la locura en el Madison Square Garden, tal como Willis Reed lo había hecho hace exactamente 54 años.
En medio de un coro que pedía su nombramiento como el Jugador Más Valioso, Brunson trató de olvidarse del dolor en el cuerpo y del ruido que lo rodeaba, mientras calentaba en el intermedio.
“Fue realmente agradable oír esto, pero yo sabía simplemente que debía concentrar mi mente en lo adecuado, para saber cómo iba a atacar en la segunda mitad”, refirió Brunson.
Brunson regresó tras una lesión en el pie derecho para anotar 29 puntos, incluidos 24 en la segunda mitad, con lo cual guio el miércoles a los Knicks de Nueva York a una victoria de 130-121 sobre los Pacers de Indiana, ampliando a 2-0 la ventaja en las semifinales de la Conferencia Este.
Brunson se quedó cerca de ser el segundo jugador en la historia de la NBA en anotar 40 o más puntos en cinco partidos consecutivos de playoffs, pero los Knicks avanzaron a la mitad del camino hacia su primera aparición en las finales de la Conferencia Este desde 2000.