WASHINGTON. Estados Unidos cambió ayer su sistema de alertas de viaje y retiró la recomendación de no ir a Cuba emitida el pasado septiembre tras la salida de su personal no esencial de la embajada por los supuestos ataques que sufrieron 24 de sus ciudadanos en la isla.
El Departamento de Estado dejó a Cuba fuera de la categoría «no viajar» en su nuevo sistema de alertas, que no incluye a ningún país americano ni europeo en este grupo.
No obstante, una alta funcionaria del Gobierno indicó en una llamada telefónica de prensa que «la valoración de la situación en la isla no ha cambiado».
En su última alerta sobre Cuba emitida el 29 de septiembre, con el anterior sistema, pedía a los estadounidenses que «no viajen a Cuba» por los supuestos ataques que sufrieron en la isla entre noviembre de 2016 y agosto de 2017 un total de 24 nacionales (personal de la embajada o familiares), agresiones de las que EE.UU. aún no ha encontrado ni causa ni culpable.
Preguntada al respecto, la funcionaria del Gobierno explicó que, cuando se retira todo el personal no esencial de una embajada, como se hizo en Cuba en septiembre, el país en cuestión se incluye directamente en las categorías 3 o 4 del nuevo sistema (las de «reconsiderar el viaje» y «no viajar», respectivamente).
Sin embargo, y pese a las repetidas preguntas al respecto, no explicó por qué a Cuba se la incluyó en la 3 y no en la 4, cuando su última alerta de viaje, precisamente emitida por esa crisis, pedía a los estadounidenses no viajar a la isla.
Lo que sí mencionó al respecto, sin profundizar, es que en la categoría 4 se incluye a países donde hay «una alta probabilidad de riesgos para la vida».
En esa categoría Estados Unidos incluye a 11 naciones: Corea del Norte, Afganistán, Irán, Iraq, Siria, Yemen, Somalia, Sudán del Sur, República Centroafricana, Libia y Mali.
No obstante, la funcionaria de Exteriores explicó que Estados Unidos no puede prohibir a sus ciudadanos que viajen a ningún país del mundo, solo puede hacer recomendaciones.
La excepción es Corea del Norte: si un ciudadano estadounidense quiere viajar a esa nación, debe pedir antes una autorización para usar su pasaporte o, si no la consigue, utilizar, si se tiene, uno de otro país.
Para las naciones de la categoría 3, la de «reconsiderar el viaje», Estados Unidos recomienda a sus ciudadanos «evitar viajar debido a los serios riesgos para la seguridad».
En ese grupo incluye a seis países latinoamericanos: Cuba, Venezuela, Haití, Honduras, Guatemala y El Salvador.
Para Venezuela hace una advertencia añadida: «hay áreas con riesgos de seguridad aún más altos».
En el nivel 2, «el de ejercer mayor precaución», están, de la región, México, Colombia, Nicaragua, República Dominicana y Guyana.
De la Unión Europea, en ese grupo están países como España, Francia, Alemania y Reino Unido, debido a la posibilidad de «ataques terroristas».
En esa clasificación están también siete naciones de otras zonas del mundo: Turquía, Rusia, Guinea Bisáu, Mauritania, Níger, Chad y Sudán.