BRASILIA .- EFE- La relatora especial de la ONU para la eliminación de la discriminación de personas afectadas por lepra, Alice Cruz, alertó este martes sobre la persistencia de ese mal en Brasil, que concentra el 92 % de los casos conocidos en América.
“Los números revelan la necesidad de políticas públicas mucho más acentuadas” para enfrentar esa enfermedad, cuyos nuevos casos han presentado en el país una importante tendencia a la baja desde la década de 1980, pero aún superan los 200.000 anuales, explicó Cruz en una rueda de prensa en Brasilia.
Durante más de una semana, la investigadora recopiló información sobre la situación en Brasil, que volcará en un informe que tiene previsto presentar al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a mediados del año próximo.
Cruz consideró que, aunque Brasil tiene “un marco legal adecuado y favorable” al tratamiento de esa enfermedad, “se percibe que aún persisten ciertos niveles de discriminación, incluso en los ámbitos institucionales”, frente a quienes sufren de hanseniasis.
Esa discriminación se detecta incluso “en las relaciones entre las personas” y hasta “en las escuelas”, lo que agrava la situación de quienes sufren una enfermedad que, “a diferencia de lo que dicen las creencias populares, es curable y de difícil transmisión”, puntualizó.
En ese marco, valoró “los esfuerzos del Estado brasileño para combatir esa discriminación”, pero dijo haber encontrado “lagunas significativas” en la estructura legal, por las cuales consideró que persisten “los prejuicios y una discriminación estructural” y hasta “un acceso limitado” de los enfermos a sus “derechos fundamentales”.
También alertó sobre la existencia de “colonias” de portadores de hanseniasis en casi “todos” los estados de Brasil, las cuales están signadas por la miseria y la falta de saneamiento básico.
Cruz señaló que la lepra “se distribuye de forma homogénea en todo el país”, lo cual “pudiera estar relacionado a la influencia de esos determinantes sociales” y a las migraciones internas, pero que en todos los casos hay mayor incidencia en la población más pobre, que tiene “unas condiciones de vivienda y alimentación precarias”.
Si bien reconoció que Brasil “es uno de los pocos países del mundo” que impide la hospitalización forzada de los pacientes de lepra y “no tiene leyes discriminatorias”, tampoco cuenta con unas políticas adecuadas para combatir los prejuicios que existen sobre ese mal.
En ese sentido, Cruz adelantó que en su informe recomendará la adopción de “principios y orientaciones para la eliminación de la discriminación” tanto de los enfermos como de sus familiares. EFE