Santo Domingo– En un ambiente festivo se llevaron a cabo las tradicionales corridas de toros de El Seibo; actividad que cada año se realiza en esta provincia del Este del país, y que atraen a turistas nacionales y extranjeros.
El evento desarrollado en el marco de las fiestas patronales de El Seibo, fue dedicado al patrocinador del evento, senador Santiago José Zorrilla quien agradeció la distinción, y anunció que próximamente será construida la Plaza del Toro en esa demarcación.
“Para nosotros es de suma importancia la construcción de esta Plaza, ya que este evento tiene un gran valor cultural para nuestro pueblo, agradecemos a la Oficina Eco turística que acogió nuestra propuesta para la construcción’’, dijo el senador.
Los actos de celebración iniciaron con un juego de baloncesto entre los equipos del Senado de la Republica, y de la provincia, resultando ganador el equipo anfitrión, luego, los asistentes disfrutaron de una cabalgata que culminó en el Plaza del Rodeo, donde se exhibió una emocionante corrida de toro.
Al final de la actividad el artista urbano el Mayor Clásico deleito a los parroquianos con un amplio repertorio de su producción musical.
El tipo de toreo que se practica en esta ciudad es del tipo sevillano, donde no se mata el toro, sino que sólo se le cansa.
El espectáculo tiene lugar en un redondel de aproximadamente 400 metros cuadrados donde ven acción los ejemplares cedidos por la empresa Central Romana y que se preparan meses antes para las lidias.
El espectáculo es organizado por la Hermandad de Fervorosos de la Santísima Cruz, que organiza las fiestas como parte de una arraigada tradición, heredada de la ocupación española.
Más sobre las fiestas
Del origen de las corridas de toros en esta ciudad no se le conoce fecha exacta, pero se sabe que guardan relación con las celebradas en épocas de Las Colonias cerca del Convento de Los Dominicos, siendo un símbolo original de esta hidalga comarca.
Sin embargo, el origen histórico de las corridas de toros como hoy las conocemos, nacen en el siglo XVIII, cuando la nobleza abandona el toreo a caballo y la plebe comienza a hacerlo a pie, demostrando su valor y destreza, siendo el español Francisco Romero el primer diestro que pone orden a la fiesta y el creador de la muleta, tal y como hoy la conocemos.